Reveladora Historia: Lucía Topolansky, la Inquebrantable Compañera que Transformó Uruguay junto a Mujica para este 2025

Desde la clandestinidad tupamara hasta el Senado y la Vicepresidencia, Lucía Topolansky forjó su propia leyenda junto a José Mujica. Militante infatigable, sobreviviente de torturas y prisionera política, demostró que amor y compromiso pueden transformar un país. Su legado de justicia social y valentía perdura como ejemplo inspirador y eterno.

“Lucía es mucho más que una compañera”, declaró José Mujica en noviembre de 2024 en una entrevista con BBC Mundo, refiriéndose al amor y cuidado que Lucía Topolansky le brindó durante más de cuatro décadas, en la guerrilla, la política y hasta sus últimos días tras el diagnóstico de cáncer de esófago que condujo a su fallecimiento a los 89 años este martes. En este artículo, profundizamos en la historia personal, la trayectoria política y el legado de quien, a la sombra de la fama internacional de Mujica, forjó un destino propio y memorable.


Orígenes y familia de Lucía Topolansky

Lucía Topolansky Saavedra nació en Mon­tevideo en 1944, hija del ingeniero civil Mario Topolansky y de Elena Saavedra. La familia, de buen pasar económico, la envió a un colegio de monjas dominicas, donde recibió educación católica y disciplinada. Tenía una hermana melliza, María Elia, con quien compartió desde niña el carácter decidido que luego las llevaría a ambas a integrarse al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T).

Aunque se matriculó en Arquitectura y participó en el gremio estudiantil, a fines de los años 60 sintió el llamado de la lucha política de izquierda. Atraída por las ideas de la revolución cubana y la teoría marxista, decidió abandonar sus estudios para sumarse al MLN-T bajo el alias de “Ana”.


De estudiante de arquitectura a guerrillera urbana

La transición de una niña de familia acomodada a guerrillera fue sorpresiva para sus parientes. Con apenas 20 años, Lucía empezó a planificar operativos de apoyo: financiamiento, escondites y logística. Los tupamaros realizaban asaltos a bancos, secuestros de ricos y distribución de alimentos en barrios pobres, mezclando acción política con un discurso de justicia social.

Su hermana María Elia se unió al MLN-T casi simultáneamente. Ambas compartían entrenamiento en tiros, documentación falsa y maniobras clandestinas. El grupo se inspiraba en el Che Guevara y en la insurgencia campesina, adaptada al entorno urbano de Montevideo.


El primer encuentro con José Mujica: fuga de Punta Carretas

El 23 de septiembre de 1971, José Mujica y 105 presos tupamaros y comunes escaparon de la prisión de Punta Carretas por un túnel de 40 metros, en una de las mayores fugas carcelarias del continente. Aquella noche, Lucía formaba parte del equipo de apoyo externo que ocupó una casa donde los fugados emergieron bajo la tierra.

“La vi casi accidentalmente… era muy bonita y joven”, recordó Mujica años después.

Aquel encuentro fue el inicio de una relación forjada en peligro y solidaridad: compartieron remosión, miedo a la recaptura y la urgencia de mantener viva la causa.


Vida clandestina y fugas dramáticas

En 1971, Lucía Topolansky misma sufrió prisión. Bajo nombre falso, fue detenida y trasladada a la Cárcel Central de Montevideo, donde planeó su propia huida. Con 37 prisioneras, escapó por las cloacas en una noche fría, sorteando guardias y cañerías infectas. Para evitar su recaptura, se sometió a una cirugía reconstructiva en el rostro, demostrando su temple y determinación.

Mujica, recapturado en 1972, se fugó nuevamente ese mismo año. Ambos se reencontraron en plena cacería política de la dictadura, fortaleciendo su vínculo en medio de la adversidad.


Prisión, torturas y solidaridad entre Tupamaros

Tras el golpe de Estado de junio de 1973, la dictadura militar uruguaya detuvo a miles de tupamaros. Lucía y José fueron sometidos a torturas, encierro en celdas de castigo y aislamiento prolongado. Pasaron juntos y por separado cerca de 12 años tras los barrotes.

“Teníamos que vivir en condiciones absolutamente adversas”, relató Anahit Aharonian, presa política y compañera de Topolansky.

En 1980, Lucía diseñó para Aharonian un tapiz bordado con la palabra ‘Libertad’ en armenio, escondido en un paquete para burlar la censura. Gestos así forjaron lazos indestructibles y templaron su carácter.


El retorno a la democracia y los inicios en la política

La ley de amnistía de marzo de 1985 liberó a los presos políticos. Al día siguiente, Lucía y José compartieron el reencuentro y la urgencia de reorganizar la militancia. Ambos fundaron el Movimiento de Participación Popular (MPP), semilla del Frente Amplio, coalición de izquierda que transformaría la política uruguaya.

Lucía fue electa diputada en 1994, luego senadora en 2000. Su trabajo legislativo destacó en reforma agraria, derechos de las mujeres y lucha contra la desigualdad.


La vida en pareja: la chacra de Rincón del Cerro

Rechazaron la vida en el Palacio Legislativo y optaron por una modesta chacra en Rincón del Cerro, Montevideo. Allí, entre hortalizas, chanchos y sus perros —incluida Manuela, favorita de Mujica— vivieron con sencillez. Esta humildad reflejaba sus valores: coherencia entre palabra y acción.


Matrimonio y mitin: “Unimos dos utopías”

Sorprendieron al país al casarse en 2005 en una boda íntima. Mujica había alcanzado fama creciente tras su rol en el MPP. La noche de su matrimonio asistieron a un mitin político, demostrando la fusión de su amor y militancia.

“Unimos dos utopías: la utopía del amor y la utopía de la militancia”, afirmó Lucía.

Fueron más de 20 años de convivencia antes de formalizar el vínculo, y nunca planearon hijos: su juventud estuvo consagrada a la guerrilla. Prefirieron ofrecer refugio en su tierra a familias necesitadas.


Carrera política: del Senado a la Vicepresidencia

Lucía continuó su ascenso:

  • 2009: Senadora más votada del MPP.

  • 2010–2015: Primera dama informal durante la presidencia de Mujica.

  • 2017: Asume la Vicepresidencia de Uruguay tras renuncia de Raúl Sendic.

  • 2018–2020: Presidencia interina al viajar Tabaré Vázquez al exterior.

Su estilo directo, de “abeja trabajadora”, contrastó con el carisma de Mujica. Él decía:

“Ella no tiene mi carisma, pero es sistemática, como una abeja que construye la colmena”.

Lucía presidió el Senado, impulsó leyes sociales y defendió los derechos de mujeres, trabajadores rurales y minorías.


Presidencia circunstancial y rol en el Frente Amplio

Como jefe de la Asamblea General (Senado), Lucía juramentó a Mujica en 2010, beso incluido, en un símbolo de empoderamiento femenino. Luego, sucedió a Tabaré Vázquez en dos ocasiones breves, demostrando su capacidad ejecutiva.

Fue pieza clave en la continuidad del Frente Amplio tras el fin del mandato de Mujica en 2015, manteniendo alianzas internas y defendiendo el legado de la coalición en un contexto de creciente oposición.


La lucha contra el cáncer y el cuidado mutuo

Hace poco más de un año, a Mujica le diagnosticaron cáncer de esófago con metástasis. Desde entonces, Lucía fue su cuidadora incansable: coordinó tratamientos, lo acompañó a quimioterapias y se aseguró de que estuviera acompañado en cada paso.

“Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final, eso prometí”, afirmó Lucía días antes de su muerte.

Este amor en la vejez contrastó con su primer encuentro en la clandestinidad: donde el peligro apretaba, floreció la pasión; donde la enfermedad acechó, brotó el cuidado.


Legado de Topolansky: la “abeja” incansable

José Mujica solía comparar a Lucía con las abejas:

“Es sistemática: como las abejas, levantando paredes día a día, sin hacer un hecho histórico, pero construyendo la colmena”.

Su labor parlamentaria, discreta pero constante, transformó Uruguay en un país más inclusivo y justo. Sobreviviente de torturas y prisiones, nunca perdió la fe; sobrellevó el dolor de la soledad para otros y mantuvo viva la utopía que inspiró su juventud guerrillera.


Reflexión sobre el amor en tiempos de peligro

Mujica reflexionó:

“En atmósferas de peligro, nos aferramos al amor porque la naturaleza biológica nos lo impone”

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